Eliot Desde La Escena Costarricense: Competitividad Sana Y Originalidad
“No se trata solo de poner temas con mucha energía, sino de combinar lo entretenido con leer al público. Para mí, un set debe ser divertido, complaciente, pero sin saturar. Hay que saber cuándo subir la energía y cuándo dejar respirar al público”.
La historia de Eliot, nombre artístico de Elías Sánchez, es la de alguien que descubrió en la música electrónica una manera de cambiar realidades. Desde los 15 años, su curiosidad por los sonidos, los ritmos y la conexión entre el DJ y el público lo llevó a explorar un universo que pronto se convertiría en su propósito de vida.
“Al segundo evento que toqué, alguien se me acercó y me dijo: ‘Tuve una mala semana, pero usted me la arregló en 30 minutos de set’. En ese momento entendí que, mediante la música, pude cambiar el estado de ánimo de una persona, y eso me llenó de felicidad”, recuerda con una mezcla de humildad y orgullo.
Aquel instante fue más que un elogio: fue una revelación. Eliot entendió que detrás de cada beat había una posibilidad de sanación, de alegría y de conexión humana. Desde entonces, su camino no se ha detenido.
Eliot comenzó su recorrido profesional en el Vista Escondida Fest en Guanacaste, un punto de partida que marcó el inicio de su carrera dentro de la vibrante escena costarricense. A lo largo de los años, ha sido parte de clubes y eventos icónicos como Antik, Mamboo Club, El Boiler, espacios donde ha construido su reputación con base en sets impecables, atmósferas magnéticas y una conexión genuina con el público.
Su ascenso no fue producto del azar, sino del trabajo silencioso, la práctica constante y una búsqueda artística que nunca se detiene. En 2023, lanzó su primer set en SoundCloud titulado “From Heaven to Hot”, una pieza que sintetiza su esencia: energía, elegancia y una pulsación que no deja de moverse.
El Arte De Leer Al Público
Cuando Eliot habla sobre lo que lo diferencia como DJ, su respuesta revela una madurez musical poco común:
“No se trata solo de poner temas con mucha energía, sino de combinar lo entretenido con leer al público. Para mí, un set debe ser divertido, complaciente, pero sin saturar. Hay que saber cuándo subir la energía y cuándo dejar respirar al público”.
Esta filosofía lo ha llevado a construir una “fórmula” propia, donde los sonidos tropicales, el jazz, los ritmos afro y el minimalismo electrónico se combinan con precisión quirúrgica. Cada presentación suya busca generar una atmósfera alegre y liberadora, en la que los asistentes puedan —como él mismo dice— “dejar todo atrás y disfrutar lo máximo posible”.
La Escena Costarricense: Competitividad Sana Y Originalidad
Costa Rica vive un auge electrónico que no pasa desapercibido en la región. Eliot lo sabe y lo celebra:
“Desde que inicié he notado una competitividad sana. La mayoría de los artistas aquí tienen estilos muy únicos. Cuesta ver a alguien haciendo lo mismo de siempre. Todos buscamos cómo proyectar nuestro sonido en los clubes y festivales del país, y eso hace que la escena crezca con identidad”.
Su visión refleja una generación que no busca imitar tendencias internacionales, sino dialogar con ellas. DJs y productores costarricenses están construyendo un ecosistema sólido, diverso y en constante evolución, y Eliot se posiciona como una de las voces más prometedoras de ese movimiento.
Originalidad Como Actitud: Innovar Sin Romper Las Raíces
Con objetivos claros y una ambición creativa en crecimiento, Eliot se prepara para una nueva etapa: la producción musical. Su meta es explorar un house y tech house innovador, que respete las raíces del género pero se atreva a experimentar.
“La originalidad nace del atreverse a probar cosas nuevas”, explica. “Hoy hay artistas que mezclan el sonido clásico del house con texturas y vocales modernas, y eso me inspira. A veces pongo un track de los 90 junto con uno del 2025, y calzan perfectamente. Eso demuestra que la música no envejece, solo evoluciona.”
El Poder De La Conexión: Cuando El Público Y El DJ Se Convierten En Uno
Hay noches que marcan un antes y un después en la vida de un artista. Para Eliot, una de esas ocurrió en el Club Avalon.
“Recuerdo que el lugar estaba lleno. En medio del set, decidí mirar al público y me sorprendí: todos gritaban, silbaban, grababan, aplaudían… se notaba que estaban viviendo el momento. Esa noche toqué casi cinco horas, pero el apoyo del público me hizo olvidar el cansancio. Fue cuando entendí el verdadero poder de la música electrónica.”
Esa conexión, casi espiritual, entre DJ y audiencia, es el motor que impulsa su carrera. “No hay nada más memorable que transformar una pista de baile en un lugar mágico, donde el alma solo quiere bailar cada vez con más energía y alegría.”
Una Visión Sonora Inspirada En La Naturaleza Y La Emoción
En sus futuras producciones, Eliot busca capturar emociones a través de paisajes sonoros: “Relación los tracks con lugares naturales —desiertos, playas, montañas—. Quiero que mis primeros temas transmitan una vibra de atardecer en la playa, con percusiones tropicales y un toque latinoamericano. Que sean contagiosos y alegres.”
Su sonido promete ser una mezcla entre la calidez del trópico y la elegancia del club europeo, un punto medio donde la nostalgia y la euforia se encuentran.
Humildad, Paciencia Y Propósito: El Legado De Una Promesa Personal
No todo ha sido fácil. Eliot habla con honestidad sobre los desafíos y la presión de abrirse paso en una industria exigente:
“Cuando las cosas no salen, recuerdo que hay que llevarse sus golpes para ser mejor. De los momentos difíciles uno vuelve con más fuerza. Nadie entra sabiendo todo, y la humildad es tu mejor amigo.”
Esa filosofía, simple pero poderosa, se refleja en su crecimiento constante y en su compromiso por seguir aprendiendo, experimentando y perfeccionando su arte.
Quizás uno de los momentos más emotivos de su historia está ligado a su madre, a quien perdió recientemente:
“Desde niño veía a los DJs como superhéroes. Siempre le prometí a mi mamá que un día estaría en un escenario grande. No sabía cómo lo iba a lograr, pero ella creyó en mí. Si el Elías de 15 años pudiera verme ahora, lloraría de felicidad.”
Esa promesa sigue siendo el motor que lo impulsa. Hoy, Eliot no solo busca brillar por su técnica o su estilo, sino por el mensaje que transmite: la música como espacio de unión, alegría y esperanza.
Mirando hacia adelante, Eliot tiene claro su propósito: “No se trata solo de cambiar sonidos, sino de crecer y conectar más con la gente. Quiero que ‘Eliot’ sea sinónimo de alegría, de libertad. Que quien me escuche sienta que está viviendo algo único.”
Con cada beat, cada transición y cada sonrisa desde la cabina, Eliot reafirma que la música electrónica puede ser mucho más que entretenimiento: puede ser una forma de transformar emociones, sanar almas y unir a las personas bajo una misma frecuencia.




